¿Te Sientes Abrumado/a Por Tu Ajetreada Agenda?

1. Ten claro lo que quieres: Imagínate dentro de cinco años. ¿Puedes imaginártelo? Ahora, hazte una pregunta crucial: ¿Tus decisiones y acciones actuales te llevarán a una vida más sana, feliz y satisfactoria? Tómate un momento para humanizar tu futuro yo: alguien mayor y más sabio, directamente influido por las decisiones que tomas hoy. ¿Qué se siente al desarrollar empatía y sentido de la responsabilidad hacia esa persona? Es hora de ganar claridad y crear una conexión más fuerte con la vida que realmente deseas.

2. Haz ingeniería inversa de tus objetivos: Ahora que tienes una visión clara de tu futuro yo, vamos a hacer ingeniería inversa de tus objetivos. ¿Qué comportamientos y acciones son necesarios para lograr ese resultado deseado? ¿Quieres dar prioridad a tu salud y tu forma física o dedicarte a intereses y aficiones que te aporten alegría y satisfacción? Desglosa esos objetivos en pasos manejables. ¿Qué acciones concretas están en consonancia con la identidad deseada? ¿Cómo puedes incorporarlas a tu vida diaria? Elabora un plan y comprométete a actuar con constancia.

3. Examina tus creencias e historias: Dediquemos un momento a reflexionar sobre las creencias e historias que conforman tu identidad. ¿Qué historias te cuentas sobre quién eres y de lo que eres capaz? ¿Son estas historias fortalecedoras o limitantes? Es hora de cuestionar la verdad de esas creencias. ¿Has probado alguna vez a preguntarte: "¿Es esto cierto?" o "¿Es esto realmente cierto?". Al hacerlo, obtendrás una perspectiva más clara y descartarás creencias limitantes que pueden estar frenándote.

4. Asume la responsabilidad y rechaza la mentalidad de víctima: Mírate al espejo y reconoce a la persona que más control tiene sobre tu vida: ¡tú! ¿Qué se siente al reconocer que tienes el poder de tomar decisiones intencionadas que se alinean con tu identidad deseada? Es hora de asumir la responsabilidad de tus decisiones y resultados. Resiste la tentación de caer en una mentalidad de víctima que externaliza la culpa y te exime de la responsabilidad personal. En su lugar, centrémonos en las acciones que puedes emprender para crear un cambio positivo. Adopta el principio de agencia personal y comprende que tienes el poder de forjar tu propio destino.

5. Cuestionar la configuración por defecto y crear límites: ¿Estás dispuesto/a a cuestionar la validez de tus pensamientos y creencias? Del mismo modo que no aceptarías como cierto todo lo que dice un niño, no aceptes sin cuestionar los pensamientos y las narrativas que te frenan. Cuestiona constantemente su validez. Además, crea límites en torno a tu identidad deseada y tus comportamientos no negociables. ¿En qué estás dispuesto a ceder? ¿Qué decisiones puedes tomar que estén en consonancia con tus valores y objetivos? Recuerda que tienes el poder de dar prioridad a tu bienestar, incluso frente a presiones externas u opiniones contradictorias. Afirma tu identidad y toma decisiones conscientes que favorezcan tu crecimiento personal.

6. Mantenerse fuerte y superar los retos sociales y medioambientales: No estás solo en este viaje. Mientras te esfuerzas por hacer cambios positivos, puedes encontrar resistencia en tu entorno social. Puede que cuestionen tus decisiones o intenten hacerte retroceder a viejos patrones. Es normal. Pero aquí está la cosa: rodéate de personas que te apoyen, que entiendan tus objetivos y puedan animarte. Busca comunidades, mentores o personas afines que compartan tus mismas aspiraciones. Pueden orientarte, animarte y responsabilizarte. Recuerda que la compañía que mantienes desempeña un papel importante en la formación de tu identidad y en el apoyo a tu crecimiento. ¿De quién te rodearás?