Entendiendo la Relación Entre el Sueño y la Salud Intestinal

Cada vez hay más pruebas que relacionan el sueño y la salud intestinal, lo que sugiere que estos dos procesos fisiológicos están interrelacionados y se influyen mutuamente de múltiples maneras. Los estudios también han encontrado una conexión entre los problemas relacionados con el intestino, como el síndrome del intestino irritable (SII) y los trastornos del sueño, lo que sugiere que la mejora de la salud del tracto gastrointestinal puede ayudar a mejorar el sueño, y viceversa.

Un estudio sueco en el que participaron adultos jóvenes de peso saludable reveló que tan solo dos noches consecutivas de sueño insuficiente provocaban cambios perjudiciales en el microbioma. Después de dos noches de sólo cuatro horas y media de sueño, el número de ciertas cepas bacterianas beneficiosas en el tracto digestivo de los sujetos se redujo en casi un 50%. Y para empeorar las cosas, los participantes en el estudio se volvieron un 20% menos resistentes a la insulina y sus microbiomas empezaron a parecerse a los de las personas obesas.

Si no estás durmiendo lo suficiente y te preguntas si puedes compensarlo durmiendo la siesta cada vez que se te presenta la oportunidad, debes saber que, aunque las siestas cortas pueden ser muy saludables, no son eficaces como sustitutos a largo plazo de una rutina de sueño regular.

Esto se debe a que todo el organismo -incluido el microbioma- está diseñado para ciclos predecibles de sueño, vigilia y alimentación. Alterar ese ritmo afecta negativamente tanto a las oscilaciones regulares como a la composición del microbioma.